EMBRAGUES

agosto 2, 2022 Por CAROLINA Desactivado

Es un sistema que permite la correcta transmisión de la potencia del motor a la caja de cambios, y de ahí a las ruedas.

Sin el sistema de embrague sería imposible echar a rodar el coche o cambiar de marchas.

Está compuesto por cuatro elementos principales:

  • Volante motor: queda atornillado al cigüeñal y gira al unísono con el motor.
  • Maza de embrague: también denominada plato de presión, se atornilla al volante motor, por lo que gira junto a este. Consta de diafragma o muelles, que se encargan de comprimir o liberar el disco de embrague.
  • Disco de fricción: cuenta con dos caras cubiertas de un material similar al de las pastillas de freno y está acoplado a la caja de cambios a través de un eje. Cuando se suelta el pedal de embrague, gira conjuntamente con el volante motor y la maza. Cuando lo pisamos, se desacopla y se interrumpe la transmisión de par a las ruedas.
  • Mecanismo de accionamiento: un rodamiento montado sobre una horquilla se apoya en el diafragma y lo empuja para liberar o presionar el disco. Dicha horquilla es la que movemos al accionar el pedal de embrague.

Tipos de embrague:

  • Según el número de discos:
    • Hidráulico: no tiene discos, es propio de los vehículos industriales.
    • Monodisco.
    • Bidisco.
    • Multidisco: utiliza un paquete de discos y se utiliza en motocicletas, ya que transmite un par motor mucho más elevado hacia el cambio.
  • Por tipo de refrigeración:
    • Seco: refrigeración por aire.
    • Húmedo: refrigeración por aceite
  • Por tipo de presión sobre el plato opresor para su acoplamiento con el disco:
    • De muelles: los muelles sobre los que se realiza la presión están colocados en la periferia del disco de embrague.
    • De diafragma: los muelles son sustituidos por un diafragma elástico de acero al carbono.
    • Centrífugo: propio de la conducción automática, el embragado y desembragado se confía a unos contrapesos que funcionan por la acción de la fuerza centrífuga del giro del motor.
  • Según el tipo de accionamiento:
    • De fricción mecánico: está constituido por el volante motor en el que se apoya, gracias a un casquillo de bronce, el eje primario de la caja de cambios. Es el más habitual en turismos. Funciona por medio de líquido o mediante un cable.
    • Hidráulico: actúa como embrague automático entre el motor y la caja de cambios, permitiendo que el motor transmita el par motor cuando llega a un determinado régimen de giro. La energía se transmite por una bomba centrífuga que comunica con una turbina.
    • Electromagnético o eléctrico asistido: aprovecha la fuerza del campo electromagnético para la transmisión del par de giro.

Indicios de avería:

  • Sonido de rozamiento cuando embragamos: el mando de transmisión quizá no está bien ajustado.
  • Chirrido al mantener pisado el embrague: si es algo parecido a un crujido lo más probable es que se trate del desgaste de la rótula de la horquilla de embrague, mientras que si se trata de un sonido similar al que produce un grillo, se está desgastando en exceso el rodamiento de empuje.
  • Ruido que aumenta al pisar lentamente el pedal: se detecta también al ir a velocidades bajas o aparcando en marcha atrás y se produce ante la necesidad de reemplazar el collarín.
  • Ruido en punto muerto: generalmente desaparece cuando pisamos lentamente el pedal de embrague sin acelerar. Probablemente la horquilla de embrague está dañada.
  • Incapacidad para desembragar tras embragar de forma ruidosa: el amortiguador del disco se ha desgastado hasta quedar destruido a causa de embragar siempre a muy altas revoluciones.
  • El embrague patina: al acelerar, el motor se revoluciona más de lo debido y el coche no gana velocidad con la proporcionalidad habitual e incluso en una pendiente ascendente puede que el vehículo no avance.